Adherirse sin argumento. Libros de texto y "viajes extraordinarios" a finales del siglo XIX

Resumen

Este artículo reflexiona sobre el proceso discursivo que permite suscitar la adhesión a una cierta ideología sin pasar por los caminos clásicos de la argumentación en los que una tesis es defendida con el apoyo de un conjunto de argumentos. Esta reflexión se apoya sobre un ejemplo tomado de fines del siglo XIX, cuando la doxa consideraba evidente la superioridad de Europa occidental. Se pondrán en relación dos tipos de discurso: los manuales de la escuela laica y la serie de los Viajes extraordinarios de Julio Verne. Esta puesta en relación permite construir una formación discursiva «plurifocal». A diferencia de las unidades discursivas «unifocales» tales como «discurso racista» y «discurso patronal», en las que los textos se unifican en un nivel superior por un espacio único que los hace converger, las formaciones discursivas «plurifocales» solo implican que los corpus así reunidos obedecen a un mismo sistema de reglas; se preserva así su heterogeneidad. El artículo enfatiza sobre dos recursos principales: la interdiscursividad y la reflexividad. Este interdiscurso está encerrado en dos niveles complementarios: en el interior del sistema de los manuales, por el sostén recíproco de las disciplinas y la existencia de invariantes semánticos transversales, pero también entre los manuales y las novelas. En lo relativo a la reflexividad, su eficacia tiende hacia lo que constituye el punto ciego de la actividad enunciativa a la que se someten los niños, en la práctica escolar o en la lectura de las novelas. Esta idea está ilustrada por la imagen de la «Esfera», en la que algunos occidentales están encerrados, amenazados por una turba de «salvajes».